Jolasek eta jostailuek berez ez dute generorik; baina genero
eredu erreferenteak bultzatzen dituzte.
Gustuak direla esanez naturalizatu egiten da haurren jolas ezberdinduen hautaketa;, haurrak etengabe jasotzen dituzte mezuak “mutilen jostailuak” edo “nesken jostailuak” aukeratzeko. Horretarako, hainbat estrategia dituzte, esate baterako, umeen jolasak kolore biren arabera banatzea: arrosa eta urdina.
Banaketa horrek genero rolak indartu egiten ditu: zaintza eta etxeko lanei loturiko jolasak kolore
arrosaren bitartez irudikatzen diren bitartean, lehia eta kutsu oldarkorra duten jolasak urdinarekin agertzen dira.
Bizi-gida bezala funtzionatzen dute, jostailu eta jolasen bidez etorkizunerako prestatzen dira: gizon eta emakume izaten ikasten dute, emakume edo gizon izateagatik itxarobide ezberdinak izanik. Genero ezberdintasunak markaturik, gure jendartean ezarrita dauden botere harremanak errepikatzen dituzte jolasek.
Izan ere, jolas horiek genero ezberdintasunaren inguruko ideia, sinesmen eta mito barnerarazten ditu haurrak.
Neskei zuzendutakoetan, hainbat mezu daude: edertasunaren mitoa (printzesen irudiak, makillajeak, orraztekoak...), maitasun erromantikoaren mitoa (printze urdinarekin ezkontzea, betiereko maitasuna lortzea...), harreman heterosexualak izatera bultzatzen dituzte, bestelako harreman motak alboratuz, nahitaezko amatasun batetara bideratzen ditu neskak...
Mutilei zuzendutakoak, aldiz, beste balio eta funtzioak dituzte: ekimenarekin eta indarkeriarekin lotuta (gerra jolasak, autoak..), boterea erakusten dute maila ezberdinetan (ekonomikoan, harremanetan...) alor afektibotik urrundu, lehiakortasuna eta erresistentzia fisikoa, heroi identitatea arriskuaren ideiaren aurrean...
Esan dezakegu jolas eta jostailuek genero rolak indartzen dituztela. Baina, tentuz ibiliz, horien bitartez ere gure jendartean dauden genero harremanak zalantzan jarri eta horiek eraldatu ditzakegu.
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En el mundo de los juguetes sigue siendo habitual la presencia de productos y publicidades dirigidos de forma específica y diferenciada a niños y niñas. Ideas como que el color rosa es de niñas y el color azul es de niños son afirmaciones peligrosas por su influencia en la consolidación de estereotipos y roles de género desde la infancia.
Los juguetes considerados sexistas son aquellos juguetes que reproducen y perpetúan estereotipos de género: la niñas deber ser tranquilas, presumidas y dedicarse a los cuidados y las tareas de la casa, mientras que los niños deben ser fuertes y competitivos. No se trata tanto del juego o juguete en sí, como la elección estereotipada del destinatario del mismo.
En esta dualidad, los juguetes dedicados a niñas tiene que ver con la belleza, la dulzura, el cuidado y las tareas domésticas: muñecas y sus vestidos, cocinitas, bebés, maquillajes. Por su parte, los juguetes pensados para niños están relacionados con el deporte, la acción, los medios de transporte, la construcción, la competencia y la violencia, con la consecuencia que esto tiene en el desarrollo de niñas y niños.
No hay que olvidar que los juguetes y espacios de juego, como recursos educativos, tienen un papel muy destacado en la socialización de las niñas y los niños, especialmente en los primeros años de vida, y representan instrumentos muy valiosos para su desarrollo cognitivo y social. La elección de juguetes y espacios de juego determinarán la construcción de la identidad de niñas y niños y, por tanto, la manera en la que interpretarán el mundo y las relaciones.
¿Cuáles son las consecuencias de los estereotipos de género en los juguetes?
1. Promueven la discriminación, replicando la desigualdad
“Lo femenino” se presenta como débil, inferior o poco relevante. Por esto es muy común que los niños rechacen juegos y juguetes clásicamente “de niña”. Los juegos “de niño” no sufren este juicio peyorativo, pero aún así, si a una niña le gusta jugar al fútbol o con coches, puede ser calificada como “demasiado masculina”.
2. Alejan a los niños y niñas de sus verdaderos intereses
Si en el entorno que rodea a niños y niñas son habituales los estereotipos de género rígidos, cualquier actitud espontánea por su parte que se aleje de “lo esperado” (una niña corriendo en el barro ensuciando su ropa o un niño peinando a un muñeco, por ejemplo) es sancionada. De esta manera, se entorpece la autenticidad del juego; además de que se generan presiones en chicos y chicas, lo que puede generar problemas emocionales en los mismos.
3. Se limitan las oportunidades de desarrollo
Cada tipo de juego estimula diferentes tipos de habilidades, y prepara para diferentes situaciones del futuro. Independientemente de si se es niño o niña, es importante tener oportunidad para acceder a una amplia variedad de juegos.
Con el uso sexista que se hace de los juguetes se determina la forma en la que las niñas y niños construyen su identidad y los roles para los que se consideran aptos. Así, los juguetes de construcciones y bloques con los que se desarrollan habilidades espaciales y matemáticas tempranas pueden influir en la elección de sus estudios, condicionando sus opciones profesionales y manteniendo una división segregada de los trabajos. Por otro lado, los juguetes simbólicos sobre actividades domésticas y muñecos contribuyen a desarrollar la inteligencia emocional y la responsabilidad en los cuidados, favoreciendo las relaciones interpersonales y la corresponsabilidad.
¿Qué son los juguetes libres de género ?
Se trata de juguetes clasificados según su temática, sin hacer distinción entre productos para niñas y para niños. Entendiendo que jugar es una actividad universal que trasciende categorías de género.
La idea de fondo es que los propios chicos y chicas puedan elegir con qué quieren jugar, sin que ninguna publicidad o limite sus intereses. Se trata, pues, de que tanto niños como niñas accedan a todo tipo de juguetes. De este modo, se amplia tanto su desarrollo como su gama de oportunidades en el futuro.
En esta línea, por ejemplo, existen campañas para liberar a los juguetes de sus restricciones de género, y que promueven que tanto fabricantes como tiendas sean neutrales tanto en la disposición de los juguetes como en su presentación y empaquetado.